Antes de adentrarnos en la magia de los alfajores con chancaca, vale la pena entender un poco el origen de los alfajores en general. La palabra “alfajor” proviene del árabe al-hasú, que significa “relleno”, y su historia se remonta a la influencia árabe en la península ibérica. Con la colonización, este dulce se trasladó a América Latina, donde adoptó formas y sabores propios en cada región.
En Perú, por ejemplo, tenemos los tradicionales alfajores rellenos de manjar blanco; en Argentina y Uruguay son un ícono nacional; en Bolivia tienen formas y tamaños variados, y en Chile, los alfajores de chancaca representan una de las versiones más entrañables y caseras.
Para quienes están lejos de Chile, hay varias tiendas online que venden productos chilenos, pero para adquirir la chancaca pueden reemplazar con panela. La harina tostada, en Chile la venden lista, pero acá hice la versión para que la puedan hacer ustedes mismos, en caso que tengan, tan solo se saltan ese paso de la receta.
¿Qué es la chancaca?
La chancaca es un producto derivado de la caña de azúcar, similar a la panela o piloncillo en otros países. Se trata de un bloque oscuro y aromático de azúcar sin refinar, que contiene todos los nutrientes y sabores propios de la caña. En la cocina chilena y peruana, es base de muchas preparaciones tradicionales como el “mote con huesillos”, sopaipillas pasadas y, por supuesto, los alfajores con chancaca.
Cuando la chancaca se derrite y se condimenta con especias como canela, clavo de olor y cáscara de naranja, se transforma en una especie de miel espesa y perfumada, perfecta para envolver unos suaves discos de masa y crear un bocado inolvidable.
Una joya de la repostería chilena
Los alfajores con chancaca no solo son deliciosos; son una muestra viva de cómo las recetas viajan, se transforman y se vuelven parte de nuestra identidad. Cada familia tiene su versión: algunos le agregan coco rallado, otros le incorporan anís a la masa, e incluso hay quienes preparan una versión frita en lugar de horneada.
Lo maravilloso de estas recetas es que admiten reinterpretaciones sin perder su esencia. Eso sí, el respeto por los ingredientes originales y el cariño con que se preparan siempre deben estar presentes.
¿Por qué incluirlos en tu repertorio de cocina?
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Son económicos: Con ingredientes simples y accesibles.
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Son versátiles: Puedes adaptarlos a tu estilo.
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Son hermosos para regalar: En cajas, frascos o bolsas decoradas, son un detalle encantador.
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Son educativos: Perfectos para hacer con niños o enseñar en talleres de cocina.
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Son parte de nuestra cultura: Ayudan a mantener viva la tradición culinaria local.
Acompañamiento perfecto
Nada acompaña mejor a un alfajor con chancaca que una taza de té caliente o café de grano. En el sur de Chile, es común servirlos junto a una infusión de boldo o poleo después del almuerzo. Son ideales para una merienda, para compartir con amigos o como un regalo casero que dice “te quiero” sin palabras.
Consejos para un resultado perfecto
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Masa suave pero firme: No sobretrabajes la masa, ya que podría volverse dura. Debe ser maleable pero no pegajosa.
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Reposo necesario: Este paso ayuda a que la masa relaje el gluten, facilitando el estirado y evitando que se encoja al hornear.
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Ajusta el espesor de la chancaca: Algunas personas prefieren el relleno más líquido, otras más denso. Ajusta el espesor según tu gusto personal.
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Tiempo de horneado preciso: Es importante no sobrecocer los discos, ya que podrían secarse demasiado y romperse al rellenar.
Alfajores con chancaca
- Total Time: 1 hour 6 minutes
- Yield: 20 1x
Ingredientes
Masa:
- 250 gr de harina
- 60 ml de vino blanco o pisco
- 100 gr de mantequilla
- 1 huevo
- 3 yemas de huevo
- 1 gr de sal
Relleno:
- 400 gr de chancaca
- 1 taza de harina tostada (130 gr)
- Un trozo de cáscara de naranja
- 4 clavos olor
- 500 gr de agua
- 200 gr de nueces picadas
Instrucciones
- Llevar a la sartén la taza de harina y a fuego medio comenzar a tostarla.
- Dejarla allí hasta obtener un color dorado. Reservar,
- En una olla colocar la chancaca, cáscara de naranja, clavos de olor y 500 ml de agua.
- Cocinar hasta que se derrita la chancaca por completo, luego retirar la cáscara de naranja.
- Bajar el fuego al mínimo.
- Con la ayuda de un mezclador incorporar poco a poco la harina y revolver hasta lograr que se integre bien y sin grumos.
- Añadir 200 gr de nueces picadas a la mezcla.
- Revolver hasta lograr una consistencia espesa y luego dejar enfríar completamente.
- Para la masa de los alfajores, en un bowl colocar harina y mantequilla, mezclar un poco.
- Agregar las yemas, el huevo entero, ralladura de naranja, vino blanco y sal.
- Formar una masa firme y pareja.
- Dejar reposar en el refrigerador por unos 30 minutos.
- Luego estirar la masa con la ayuda de un uslero y dejar la masa de unos 2mm de grosor.
- Pincha la masa con un tenedor.
- Cortar circunsferencias del tamaño que guste.
- Llevar al horno por unos 5 a 6 minutos a 180°C (350°F)
- Rellenar los alfajores juntando 2 tapas.
- Pueden cubrir por los costados con la mezcla, pasar un poco de nueces o harina tostada.
- Prep Time: 60 min
- Cook Time: 6 min
- Category: Masas dulces
- Method: Horno
- Cuisine: chilena
Los alfajores con chancaca no son solo un postre. Son una historia envuelta en masa y bañada en dulzura. Son el recuerdo de nuestras abuelas, el perfume de la infancia, la dulzura de una tarde lluviosa. Y también, son el presente: una excusa deliciosa para reconectar con nuestras raíces y compartir con quienes más queremos.
Te invito a que prepares esta receta en casa, la adaptes a tu estilo y la compartas. Y si lo haces, no olvides contarme tu experiencia en los comentarios.
Puedes hacer clic AQUÍ y podrás encontrar el video con el paso a paso.









